- En polvo. Lo mejor para aplicar esta base es una brocha grande de pelo natural, del estilo Kabuki, que sirve tanto para polvos compactos como para polvos sueltos. Aplicamos la bocha en los polvos, sacudimos el exceso y repartimos con movimientos circulares por todo el rostro. También podemos utilizar una borla, que normalmente viene de regalo con el maquillaje.

- Fluida. Se puede aplicar con esponja o con brocha de pelo sintético, dependiendo de la cobertura que deseemos y de nuestras preferencias. La esponja es más fácil de utilizar pero a veces no llega a los recovecos más difíciles del rostro, como las aletas de la nariz. Para aplicar nuestra base con una esponja debemos poner un poco de maquillaje en el dorso de la mano y mojar la esponja en él, después iremos dando toquecitos en el rostro del centro hacia fuera, intentando cubrir bien toda la cara. En caso de que prefiramos la brocha, debe ser de pelo sintético. Repetiremos los mismos pasos que con la esponja pero dando pequeñas pinceladas, como si se tratase de un lienzo. Con la brocha, eso sí, aprovecharás mejor el maquillaje.

- En stick o barra. Puede aplicarse directamente sobre la piel haciendo círculos y luego difuminar con los dedos hasta cubrir todo el rostro. Estas bases suelen ser muy cubrientes, por lo que si necesitas ocultar granitos o imperfecciones, son una buena opción para ti.

- Compacta. Tiene una cobertura total y una textura entre líquida y sólida, parecida al stick.Este tipo de maquillaje trae normalmente una esponjita dentro de la caja, que puedes utilizar para aplicarlo, pues es conveniente hacerlo con una esponja de maquillaje. Moja la esponja en el maquillaje y aplica mediante pequeños movimientos rápidos, comenzando por la frente y la nariz para ir extendiéndolo hacia los pómulos y la barbilla. Puedes aplicar varias capas si necesitas una mayor cobertura.