“No son las formas exteriores las que materializan el contenido de una obra, si no las fuerzas vivas inherentes a la forma, osea las tensiones.” V.V. Kandinky.

Colección sólida en color y rotunda en formas. Siluetas rectilíneas, totémicas, casi infinitas que de forma intuitiva se ajustan y despegan del cuerpo en movimiento gracias al corte al bies. Como técnica principal de trabajo; el modelaje sobre maniquí en continuo

diálogo con la materia.

La gama de color se mueve en rojos intensos que evolucionan hacia morados. Colores cálidos que se rompen con trazos de gris antracita terminando de manera radical en tonalidades claras. Los beiges, tostados y blancos irrumpen al final de la colección como alegato al trabajo con la materia en

estado más puro.

Materiales como la seda, en sus distintos acabados (satén, organza, punto o dupión) se mezclan con voile de algodón y lino sin tratar.

Siluetas fluidas (seña de identidad en anteriores colecciones) que se adaptan al cuerpo con elementos como cintas de cuero y seda o cordones de seda, yute y algodón trabajados con técnica Kinbaku-bi.